Siempre he creído que uno pertenece al sitio donde siente amar algo por primera vez. Y diría, con toda seguridad, que Manny Bonilla ha encontrado su hogar detrás de una cámara. Como si su vida fuese una escalera, ha ido subiendo peldaño a peldaño, meta a meta, hasta el siguiente reto, logrando convertirse, actualmente, en uno de los Directores de Televisión más renombrados en el mundo. Y ahora lo hace como Director para el público latino y americano

Un niño que nace en Douglas, Arizona y pasa la mayor parte del tiempo en Los Ángeles. A los 5 años tuvo en sus manos su primer juguete, el que años más tarde, se convertiría en su compañero de vida más fiel: una cámara. Y hasta hoy, a sus 48, no la ha soltado. Tanto dirigiendo, como grabando, siempre ha intentado buscar la esencia de su trabajo para transmitirla al público, y más que una toma o un plano, Manny crea sentimientos. Si una imagen vale más que mil palabras, Manny ya ha escrito varios best sellers.

Si te atreves a soñarlo, lo vas a conseguir. Manny sabe muy bien de lo que hablo, porque el fruto de toda su perseverancia, el trabajo duro y la ilusión de crear un mensaje que el mundo no logre olvidar jamás, lo han llevado a dirigir eventos internacionalmente conocidos como el Person of the Year Latin Recording Academy, Millenial Awards, La Voz México, entre otros tantos; Él ha sentido y siente cada hora que pasa en los estudios o fuera de ellos, con la misma fuerza e intensidad con la que uno pasa por la vida, por eso, más que crear historias, las vive.

Hablar sobre el futuro con quien solamente sabe vivir en el presente es un tanto complicado. Después de una vida de sueños cumplidos, llega el momento en el que te preguntas: < ¿y ahora qué? >. Solo contestan los valientes, claro. Y Manny se ve dirigiendo, tal vez en el cine, tal vez alguna serie, calvez en un futuro no muy lejano alguien le ponga un libreto en mano y lo escuchemos “Acción”

De momento, tiene claro que lo que quiere es seguir aprendiendo y crear a su alrededor un lugar de trabajo donde, como un manantial, comparta sus conocimientos y sus aptitudes con aquellos que empezaron desde cero sin pensar, ni un momento, que tenían algo que perder. El Peter Sagan de las cámaras, el Forest Gump de la dirección, eso es Manny. Un hombre que, de la nada, se ha levantado y se ha puesto el traje de gala.

¿Esto es todo?

No. Seguro que no, porque si hay algo que él tiene claro, es que cualquier cosa es eso, posible.

Por: Miguel Gane